A PROPÓSITO DEL DÍA O MES DE LAS MADRES
A nuestras madres les debemos entre otras cosas, la
oportunidad de haber sobrevivido, ellas tuvieron la difícil y a veces dolorosa,
tarea de cuidarnos y muchas veces, al
mismo tiempo, de proveer lo necesario para superar el día a día.
Acabo de recordar, que a alguien le dije hace mucho tiempo,
cuando me preguntó quién era yo, que yo era una “sobreviviente”, y lo dije
pensando en esa misión que cumplió mi mamá, al tener el coraje de enfrentarse,
provista de tan pocas herramientas, a la dura realidad de mantener hijos propios
y de otra; y más allá de esto, de “entrenarnos” para la vida, y llenarnos de
confianza, para que la nuestra no fuera una repetición de la suya; porque crecer como crecimos, fue sobrevivir.
Y en ese
actuar, mi mamá, me dejó la herencia más preciada, que agradezco y celebro tanto: descubrir el valor de ser mujer.
Hoy que soy mamá, y de una niña que no es lo mismo, y que
puedo “confesar que he sobrevivido”, me cuestiono si al igual que mi madre,
tengo y estoy haciendo mi tarea; sobre lo que debo enseñarle a mi hija
desde mi cotidianidad.
Me pregunto entonces, como madre y mujer:
Si le enseño a mi hija a usar tacones o le enseño a usar sus pies para
correr libre, saltar y bailar, ahora de manera literal, y más adelante para
hacerlo por sus sueños.
Si le enseño a maquillarse o le enseño a no usar máscaras y a
defender lo que es, porque lo que es, es suficiente.
Si le enseño a llenar sus manos de pulseras, que combinen con
collares y carteras o le enseño que sus brazos son como alas que puede usar
para volar a donde quiera, y que la fuerza y la ternura suponen una magnífica combinación.
Si le enseño a mirarse y repararse una y mil veces en un
espejo, o le enseño a mirarse a sí misma y al Creador en los ojos de los demás.
Mi reto es grande, [y tal vez el de una nueva generación de
madres], ya mi mamá me enseñó a sobrevivir, ahora me toca enseñar a mi hija a
ser una mujer para vivir.
Siempre he sido un administrador aferrimo de los maestr@s que escriben, me satisface leer sus textos y me divierto con sus sabias palabras. Continúa escribiendo que quien escribe existe y permanece en el tiempo.
ResponderEliminarExcelente reflexión, pero me encantaría a mis hijas enseñar que las manos son para volar a lo largo de su vida aprenderán los demás usos.
ResponderEliminarExcelente reflexión, pero me encantaría a mis hijas enseñar que las manos son para volar a lo largo de su vida aprenderán los demás usos.
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