martes, 8 de marzo de 2022

Por favor, hoy no me felicites

 


Por favor, hoy
8 de marzo, no me felicites. Mejor, haz un regalo a la humanidad, a ti mismo, y revisa tus privilegios y tus concepciones, con las que ayudas a perpetuar roles de género y con esto la injustica y desigualdad entre hombres y mujeres, en favor, por supuesto, de los primeros. Te invito a responder estas preguntas y a invitar a tus amigos a hacerlo. No me felicites, por favor, mejor revísate, para empezar, en cuanto a estos tres aspectos:

1. ¿Crees que las labores de cuidado (del hogar, los hijos o las hijas) son cosas de mujeres? ¿Crees que las mujeres poseemos dones especiales que nos permiten limpiar la casa, hacer de comer, arreglar la ropa, estar pendiente de cada detalle de nuestras hijas y nuestros hijos, y de la vida social de la familia, en general? ¿Crees no solamente que tenemos dones especiales, sino que además disfrutamos haciendo todo esto casi que a la vez? ¿Compartes con tu pareja o con las otras personas con quienes vives las tareas de cuidado?

Hay estudios que muestran lo exhaustas que permanecen las mujeres por la sobrecarga de trabajo, en especial porque realizan o son responsables de todas las tareas del hogar, aun cuando convivan con otras personas. Esto, además de no tener sentido y ser injusto, dificulta el desarrollo pleno de las mujeres, lo que termina afectando a la sociedad.

Muchos hombres, en la construcción de nuevas masculinidades, han empezado ha involucrarse más en las tareas del hogar y del cuidado. En muchos casos se escucha alabanzas hacia estos hombres, cuando en realidad solo son adultos funcionales y responsables. Apenas ayer escuché a una compañera de trabajo decir “es que mi esposo me ayuda bastante con las niñas” ¿En qué escenario se diría de una mujer que es muy buena porque ayuda a criar a sus hijas? Estos detalles muestran la inequidad que existe en cuanto al cuidado, con las consecuencias que trae.

Así que hoy en vez de felicitar y dar una rosa a las mujeres con quienes vives, siéntate con ellas y organiza acuerdos de cuidado que permitan mayor equidad.

2.   ¿Crees que una mujer que va al trabajo sin maquillarse va mal presentada? Te sugiero revisar lo que hay detrás de esto. Y, claro, entiendo que tenemos esquemas reforzados por la cultura, por lo que habitualmente vemos. Pero también sé que podemos poner a tambalear esas certezas. Que se espere que una mujer vaya maquillada a donde sea es pensar en ella como un adorno, es pensar que existe para el deleite de las miradas de otras personas, es pensar que su cuerpo es tan anormal que para estar “presentable” debe maquillar su rostro. Y pues no, las mujeres no tenemos el rol de decoración ni de recrear miradas. Somos libres para vestirnos de acuerdo con nuestro gusto, y para maquillarnos si queremos, pero no estamos obligadas a ello, en ninguna circunstancia. Por favor, nunca te atrevas a decirle a una mujer que queda mal (poco profesional, como me han dicho) por no poner pintura en su cara.

3.   Finalmente, te invito a reflexionar sobre las relaciones sexo afectivas; aquí hay mucha lana por cortar, pero solo haré énfasis en la fidelidad. ¿Celebras con tus amigos o familiares hombres las infidelidades a sus parejas, pero te parece abominable y absolutamente reprochable que una mujer sea infiel? ¿Ves la doble moral aquí? ¿Coincides con Diomedes cuando dice que “yo sé que te he sido infiel, pero en el hombre casi no se nota”? Si la fidelidad es algo que se valora, debería valorarse en doble vía, en todas las personas de la relación, tanto si son hombres como mujeres. Hoy, en vez de felicitar y dar rosas a las mujeres con las que te encuentres, revisa tu manera de ver las relaciones afectivas.

En estas fechas de conmemoración, no queremos sentirnos halagadas, no queremos que nos recuerden nuestra dulzura, cómo embellecemos el mundo, o que se nos idealice por la capacidad de ser madres. En fechas como hoy, queremos reafirmar el camino que hemos emprendido hacia un mundo con justicia social, en el que ser mujeres no nos cueste nuestro desarrollo pleno, no nos cueste la vida.

Johana Cifuentes

6 comentarios:

  1. Muy buen texto, espero que escritos así revolucionen al mundo. Gracias.

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  2. Acabo de presenciar un segundo asesinato con un lápiz...😉👍

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  3. De acuerdo, los hombres son corresponsales en la crianza de los hijos y tareas del hogar.

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  4. Excelente escrito, lo real no supera los valore sy la igualdad con que debemos ver la vida.

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